Quizá un día no esté, amor,
y estas ilusiones de hoy
habrán sido estrellas fugaces
viajando en el tiempo.
Quizá un día no esté, amor,
e irás olvidando quién soy,
las cosquillas que me haces,
la magia que estamos viviendo.
Quizá un día no esté, amor,
y verás desaparecer lo que te doy
como se funde la cera que arde
hasta extinguirse el propio fuego.
Quizá un día no esté, amor,
y verás que sólo soy
las huellas de pies descalzos grandes
desvaneciéndose en los azulejos.
Quizá un día no esté, amor,
y ni yo sabré por qué no estoy,
pues te voy amando desde aquella tarde
para mandar ese día al infierno.
______________________________
miércoles, 22 de febrero de 2012
domingo, 5 de febrero de 2012
Viento local
Como siempre,
volviendo a romper en nuestra orilla
-manos arriba-
ferozmente,
felizmente,
el Amor.
_________________
Suscribirse a:
Entradas (Atom)