Le llega el sueño dulce
con las caricias en la frente,
cuando peinan mis dedos abiertos
sus mechones de trigo
que azabache fueron
y se le van los ojos.
Y se duerme
y sueña
y la miro
y sueño
así
que soy quien ella esperaba
cuando yo la soñé
aquel enero frente al mar.
viernes, 31 de marzo de 2017
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